viernes, 12 de agosto de 2011

¿POR QUÉ PERMITE DIOS LA GUERRA?

De donde vienen las guerras y los pleitos entrevosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cualescombaten en vuestros miembros? (Santiago 4: 1)


Punto de vista bíblico de guerra

Debemos considerar primero lo que podriamos llamarel punto de vista bíblico de la guerra. La guerra en sí no es pecado, sino consecuencia del mismo, o podríamosdecir que la guerra es una de las expresionesdel pecado. En verdad, desde el punto de vista de una teodicea tal distinción no tiene mucho peso, pues elargumento no se altera. La Biblia busca la causa original de la guerra. Es verdad que no ignora totalmentelos distintos factores políticos, sociales, económicos y psicológicos que tanto se propugnan. De acuerdo a suenseñanza estas cosas no son más que las causas inmediatas,los agentes que se emplean. La cosa en sí esmucho más profunda. Como nos recuerda Santiago, lacausa primordial de la guerra es codicia y deseo desmedido,esa falta de contentamiento que es parte denosotros como resultado del pecado, ese ansia por aquelloque es ilicito y por lo que no podemos obtener. Sedemuestra en muchas maneras, tanto en la vida personale individual como en la de las naciones. Es la causabásica de robo, hurto, celos, envidias, orgullo, odio,infidelidad y divorcio. Del mismo modo lleva a peleas y contiendas personales y también a guerras entre naciones.La Biblia no aisla la guerra como algo separado,singular, y totalmente aparte como tendemos a hacernosotros en nuestra mente. Es sólo una de las manifestaciones del pecado, una de sus consecuencias. En mayor escala quizá, y en forma más terrible, pero en esencia, precisamente lo mismo que todos los otros efectos y consecuencias del pecado. Alguien puede argumentarque debe haber una diferencia esencial por las vidas que se pierden en una guerra. La respuesta es que, si bien la Biblia considera a la vida como sagrada,y nos prohibe quitarla para satisfacer un espíritu decodicia o de venganza, al mismo tiempo enseña que,de parte de Dios, el alma es infinitamente más importanteque la vida del cuerpo.Dios no se interesa de que nuestras vidas sean perpetuadasy prolongadas aquí en la tierra por cierta cantidad adicional de años sino de que entremos en una correcta relación con El y vivamos vidas que glorifiquen su santo nombre.