domingo, 1 de septiembre de 2013

La Justicia Divina Frente A La Justicia Humana


Existe el malentendido común de que la desición entre Cristo y los dioses falsos es una desición entre el deseo de ir al infierno y el deseo de ir al cielo. He oído a predicadores decir que la senda angosta es el camino del cristianismo que las personas escogen cuando quieren ir al cielo, y que el camino ancho es el que escogen los que están contentos con ir al infierno. Pero están desinformados o equivocados. No es un contraste entre pieadad y el cristianismo  por un lado, y por el otro las masas paganas irreligiosas, lujuriosas y lascivas que marchan alegremente al infierno. Es un contraste de reliogiones, ambas rotuladas  como  ¨Este es el camino al cielo¨. Satanás no se pone un letrero que dice: ¨Infierno: Salga oir aquí¨. No es ese su estilo. La gente que sigue el camino ancho piensa que ese el camino que lleva al cielo. También es un contraste entre la justicia divina y la justicia humana, y por eso entre la la religión verdadera y la religión falsa. La palabra de Dios describió el problema de los fariseos en Lucas 18:9 diciendo que ellos ¨confiaban en sí mismos como justos¨. Era una religión de justicia humana. Se adoraban a sí mismos. Eso era inadecuado, porque no eran suficientemenete justos para llegar a la elevada norma del Reino de Dios. Sólo Jesús puede alcanzarla.

miércoles, 8 de mayo de 2013

La desilusión: Cuando nuestras aguas amargas se vuelven dulces



Para un mejor sonido usar audifonos

Les quiero ofrecer una disculpa ya que mencioné al profeta Jeremias en lugar del profeta Elías. La referencia biblica es 1 de reyes 18: 1-40 para los que quieran leer la historia.

Bendiciones

viernes, 26 de abril de 2013

Acudir a Cristo por gozo es un don de Dios



Para un mejor sonido usar audifonos.

Me disculpo con ustedes, el verso para reflexión es 2 de Crónicas 7:14 y no 2 de Crónicas 6:34.

Bendiciones

sábado, 9 de marzo de 2013

La Incapacidad Humana



"Nadie puede venir a mí, a menos que el Padre que me envió lo traiga." Juan 6:4

"Venir a Cristo" es una frase muy común en la Santa Escritura. Se usa para describir esas acciones del alma por las que, abandonando de inmediato nuestros pecados y nuestra justicia propia, volamos hacia el Señor Jesucristo y recibimos Su justicia para revestirnos con ella y Su sangre para que sea nuestra expiación. Venir a Cristo, entonces, encierra el arrepentimiento, la negación de uno mismo y la fe en el Señor Jesucristo. Incluye en sí todas esas cosas que son el acompañamiento necesario de estos grandiosos estados del corazón, tales como la creencia en la verdad, la diligencia en la oración a Dios, la sumisión del alma a los mandamientos del evangelio de Dios y todas esas cosas que acompañan el amanecer de la salvación en el alma.

Venir a Cristo es la única cosa esencial para la salvación de un pecador. Quien no viene a Cristo, haga lo que haga y crea lo que crea, está todavía en "hiel de amargura y en prisión de maldad." Venir a Cristo es el primerísimo efecto de la regeneración. En el momento en que el alma es vivificada, de inmediato descubre su condición perdida, y se horroriza ante esa condición, busca refugio y creyendo que Cristo es el refugio adecuado, vuela hacia Él y descansa en Él.

Donde no existe este venir a Cristo, no hay una señal cierta de una nueva vida. Donde no hay una vida nueva, el alma está muerta en delitos y pecados y estando muerta no puede entrar en el reino de los cielos. Tenemos frente a nosotros un aviso muy sorprendente, incluso detestable para algunas personas. Venir a Cristo, que es descrito por muchas personas como la cosa más fácil del mundo, es considerado por nuestro texto como algo total y enteramente imposible para cualquier hombre, a menos que el Padre le lleve a Cristo.

martes, 26 de febrero de 2013

Estudios en Romanos: llevando las cargas de otros


Texto: Romanos 15:1-6
“Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.2 Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo.3 Porque ni siquiera Cristo se agradó a sí mismo sino que, como está escrito: «Sobre mí han recaído los insultos de tus detractores.»4 De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. 5 Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús,6 para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Introducción.

Siguiendo el tema de la semana pasada sobre los débiles en la fe, ahora entramos más de lleno sobre nuestra actitud hacia los demás hermanos(as) 


Lección: 1. Fuerte en la Fe — El tema de el débil y el fuerte en la fe continúa en este capítulo 15. Notemos que el apóstol Pablo se consideraba “fuerte en la fe” y exhorta a buscar esa armonía necesaria como parte del Cuerpo de Cristo. Lo fuertes en la fe tienen una conciencia libre de culpa en cuanto a las leyes ceremoniales de la comida. Nada es inmundo para el fuerte en la fe.

 a. Ahora, el fuerte en la fe se encuentra con que debe guardar la ley del amor, en la que pone sus intereses después de los intereses de sus hermanos.

b. Comenzando nuestra lección, encontramos que el tema es DIFÍCIL para el ser humano. Por eso debemos aclarar que para uno poder ser obediente a Dios, lo primero es entregando nuestras vidas a JESUCRISTO como Salvador personal; porque es solamente con la ayuda de Dios, que el creyente puede ser obediente a la Palabra de Dios.