miércoles, 25 de julio de 2012

Cuando Dios Calla

Palabras de inspiración para quienes se encuentran desalentados por el silencio de Dios.






" llenaré mi corazón de tu silencio
y lo guardaré conmigo.
Y esperaré quieto,
como la noche en su desvelo estrellado,
hundida pacientemente mi cabeza.
Vendrá sin duda la mañana
y se desvanecerá la sombra.
Y tu voz se derramará
por todo el cielo
en arroyos de oro.
Y tus palabras volarán
cantando
de cada uno de mis nidos.
Y tus melodías estallarán en flores
por mis profusas enramadas".

R. Tagore citado por Ignacio Larrañaga en Muéstrame Tu Rostro

"En este vivir día tras día en busca del Señor, lo que más desconcierta a los caminantes de la fe es el silencio de Dios. 'Dios es aquel que siempre calla desde el principio del mundo: he ahí el fondo de la tragedia', decía Unamuno".

Ignacio Larrañaga. Muéstrame Tu Rostro

El silencio de Dios causa desconcierto en hombres y mujeres consagrados a Dios. Ignacio Larrañaga, como él sólo lo sabe hacer: Con claridad, profundidad y realismo; describe tres grupos, diferenciados por la manera en que el silencio de Dios afectó su búsqueda de Dios.

martes, 24 de julio de 2012

¿Está Usted Preparado Para Morir

Todos hemos visto los anuncios en la televisión avisándonos el alto costo de los funerales, con el fin de vender seguros de vida. Se dedica mucho tiempo en hacer planes para invertir en acciones de algún negocio con el fin de proveer y prestar atención a las necesidades de los seres queridos que han quedado cuando la persona muere. Estos son temas importantes a los que todas las personas responsables deberían dedicar tiempo y prepararse. 

La Esencia De La Pregunta

La pregunta: “¿Está usted preparado para morir?” tiene un significado mucho más serio de lo que se piensa, de hecho la pregunta se hace con la intención de hacernos pensar más allá de la muerte. La pregunta es esta: ¿Está usted preparado para morir, así como está usted ahora, con el peso y la carga de sus pecados? ¿Podrá usted pagar el precio que merecen sus pecados? 

¿Cuál es el precio? Se preguntará usted: ¿Cómo lo puedo saber? Déjeme contestarle esas preguntas desde la única, verdadera y fiable fuente para tal tema: la Biblia, la Santa Palabra de Dios. La Palabra de Dios nos enseña que el pecado merece un pago; el pago por supuesto significa la justa recompensa. El Pago es el que es merecido, y la Palabra de Dios dice:

“La paga (justa recompensa) del pecado es muerte”. Romanos 6:23
“El alma que pecare, ésa morirá”. Ezequiel 18:20
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gálatas 6:7

jueves, 19 de julio de 2012

¡UNA CITA A LA CUAL NO FALTARÁS!

Estimado lector:

Quizá usted y yo no nos conocemos; posiblemente nunca nos veamos. Sin embargo, quiero escribirle una carta personal.

Le escribo porque usted y yo tenemos más cosas en común de las que usted puede percatarse. Aunque nunca nos lleguemos a conocer en este mundo, un día estaremos en la presencia uno del otro porque ambos poseemos un alma inmortal. Con esta alma debemos presentarnos ambos delante de Dios, Creador suyo y mío, en el gran día del juicio final. “Tal como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio.” (Heb. 9:27)

Usted podrá intentar todo lo posible por alejar de usted el pensamiento de la muerte. Pero ni así podrá escapar del hecho de que usted debe morir. Usted sabe que debe morir y encontrarse con Dios. Quizá usted rehúse pensar sobre la muerte porque usted también sabe que tras la muerte viene el juicio tan cierto como tras el día viene la noche. Por tanto, con toda seriedad, podría acaso hacerle una pregunta más significativa que ésta: ¿Qué sucederá con usted cuando muera?

La Biblia, la conciencia, el sentido común, todos le declaran que existe una eternidad a la cual usted debe enfrentarse. Por ello, por su propio bien no evada este pregunta: ¿Estoy preparado para morir y encontrarme con Dios para ser juzgado?