sábado, 5 de febrero de 2011

Cantadle, cantadle alabanzas; hablad de todas sus maravillas. Salmo 105:2

1. Me acordaré de las obras del SEÑOR; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas. Salmo 77:1

La verdad es que no sé como empezar. Son tantas las cosas que el Señor ha hecho, tanto por lo cual tengo que agradecer que creo que podría escribir varios libros. Y sinceramente he estado pensando en como compartir esto de manera que yo mengue y el crezca. Siempre había comentado a diferentes personas algunas de las cosas que voy a compartir ahora. Pero sólo cuando surgía la necesidad, pues he aprendido a callar no por causa de él, sino por mi causa porque tristemente me he encontrado con ciertos testimonios en la red que parecen mas una autobiografía que un testimonio para dar gloria a quíen en realidad la merece. Bueno diré que espero lograr el objetivo con la ayuda de nuestro padre...

Comenzaré entonces con uno de los tres testimonios que compartiré con ustedes en esta ocasión. Recuerdo que una vez hace años saliendo del trabajo su maravillosa presencia me acompañaba y en mi ignorancia oraba aquella pequeña porción que aprendí en la iglesia cuando solo era una niña. Mi abuelita paterna me enseñó a temer a Dios y cada noche antes de acostarnos me llamaba y juntas nos poniamos de rodillas, Padre nuestro que estas en los cielos…..usted conoce la oración, aprendí también el ángel de mi guarda, como era tan temerosa oraba todo el tiempo: Ángel de mi guarda mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día hasta que me pongas en paz y alegría con todos los santos, ¿Jesús y María?...Si usted es cristiano nacido de nuevo sabe a lo que me refiero cuando decía en mi ignorancia, si embargo el Señor que me escogió antes de que estuviese en el vientre de mi madre me conocía. Ahora bien continuando con el relato, ese día salía del trabajo y como todos los días elevé la misma oración, osea las de siempre…y claro ángel de mi guarda mi favorita, ya sabe por qué. Como de costumbre esperaba el bus en el mismo lugar, pero esta vez duré al menos una hora esperando, estaba tan cansada que no quería ir de pie en el autobús.
 Depronto algo captó mi atención, una parejita venia hablando, un chico muy alto y guapo y una chica con un rostro angelical, al mismo tiempo muy cerca se aproximaba otra pareja de una edad un poco mas avanzada, de pronto comencé a darme cuenta que la gente que estaba a mi alrededor y esperaba el bus conmigo se alejaba, justo en aquel instante vi a esta mujer, y a este hombre abalanzarse decir:- por favor deme todo lo que tiene. -No tengo dinero le respondí , así que el hombre de repente sacó una navaja, y entonces alguien le arrojó al suelo, era el joven que habia visto a lo lejos al principio, le había arrojado y le había advertido que no regresara mas por ese sitio, pero hubo una frase que el joven repitió y que aun permanence en mi mente hasta el día de hoy: “Lo que es con ella es conmigo” Sabe en ese momento yo no conocía la escritura pero ahora que la conozco puedo casi asegurar que esta frase tiene alguna similitud con Salmos 34:7 “El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, Y los defiende.” Le diré porque, Cuando el joven golpeo al hombre y lo arrojo al suelo, este trató de escapar y salió corriendo, el joven desapareció detrás de el y ya no supe mas de ellos. Recuerda la joven con rostro angelical, pues bien, todo el tiempo estuvo allí mirando lo que ocurría y cuando ellos desparecieron le dije:-Dile a tu novio que muchas gracias, pero ella no me contesto, se quedo allí callada y luego se dirigió hacia el otro extremo de la calle, así que trate de observar hacia donde iba; pero de pronto en un cerrar y abrir de ojos ya no estaba. Creame era imposible que eso sucediera, solo dejé de mirar un segundo, era una calle muy transitada y hubiese tenido que esperar para atravesar la avenida. Además solo podía ir en una sola dirección, así que yo me asuste y me subí en el primer bus que me llevara de vuelta a casa. Durante todo el camino intente contener mi llanto , estaba confundida y al mismo tiempo tan emocionada; sabia que Dios había enviado a su ángel para protegerme ese día.


2. El ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones; sin embargo, el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin. Eclesiastés 3:11

El testimonio que voy a compartir a continuación, espero sea de bendición especialmente para los solteros que están desesperados por casarse. Y que al igual que yo han tenido experiencias desastrosas en el pasado que nos han roto el corazón por una u otra razón. Estas experiencias suelen ser tan devastadoras hasta el punto en que podemos perder la esperanza de encontrar la persona correcta.

Hace años en mis primeros pasos en mi caminar con el señor Jesucristo nos reunimos en la casa de una hermana en la fe para compartir un tiempo y almorzar juntos. Fue muy especial pues la verdad todo era nuevo para mi y era maravilloso compartir con otros creyentes. Recuerdo que esa tarde en la mesa del comedor mientras elevavamos una oración de acción de gracias, uno de los hermanos comenzó a orar por mi y me dijo por el espíritu: Conozco tu sufrimiento pero te daré un esposo que te amará y hace parte de mi iglesia. Esas palabras quedaron grabadas en mi Corazón así que me aferré a ellas; pero sin embargo cometí muchos errores, pues mi conocimiento de la escritura era casi nulo y creo que esa fue una de las razones por las cuales mi padre celestial uso a este hermano para dirigirme ya que no conocia el verso que se encuentra en (2 Cor. 6:14)

"No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque, ¿qué tiene en común la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión tiene la luz conlas tinieblas?". A medida que pasaban los años me consagré al señor hasta que su voz se hizo clara en mi mente y supe su voluntad para mi. Comencé a ayunar y a orar, a cambiar muchas cosas. Entre esas a cortar algunas relaciones que no eran agradables a los ojos de Dios. Efectivamente en el camino aparecían tropiezos, hombres jovenes y guapos con dinero que me hacían cualquier cantidad de promesas y que no temían a Dios. Pero yo no olvidaba esa palabra que recibí, aunque que confieso que llegué hasta el punto de deleitarme tanto en el señor y su presencia que hubiese aceptado de buena gana permanecer soltera. Aun asi la voz del espiritu me instaba a seguir orando y creyendo. Asi que obedeci cortando con todo obstaculo en el camino, muriendo a tantas cosas hasta el punto de agonizar. Pero el señor que es fiel que recompensa la obediencia y cumple sus promesas a los pocos meses respondio mi oracion. Tuve que esperar 7 largos años siendo formada, pero valio la pena. Mi esposo es un fiel siervo del señor Jesucristo, además recuerdo haber pedido que mi esposo fuera extrajero y que le gustara el español en caso de que hablara una lengua diferente. Viene a mi mente también una pequeña anécdota sobre el closet que compartia con mamá, pues este era tan pequeno que mi ropa solía estar sobre una maleta todo el tiempo, así que yo solia hacer bromas sobre esto diciendo: -No te preocupes mamá, es que ya tengo todo listo para mi proximo viaje al extranjero. Y así fue, mi esposo quien era mi novio en ese entonces al poco tiempo fue a visitarme a mi pais de origen. M e pidio ante el gobierno de estados unidos como su prometida y al cabo de unos meses yo estaba en otro pais con mi esposo extranjero.


3. Jesucristo nunca cambia: es el mismo ayer, hoy y siempre. Hebreos 13:8

El tercer testimonio que quiero compartir sucedió en mi país de origen. Recuerdo que para ese entonces en la iglesia donde me congregaba se ofrecia una conferencia por tres dias en la cual el invitado era un joven pastor que venia de otra ciudad. Yo había estado pasando por circunstancias muy dificiles asi que decidi ir, y vaya sorpresa que me llevé. Pues desde que entré hasta que sali no pare de llorar. Sin embargo tenia muchas dudas de si en realidad ese mensaje era para mi o sólo era una coincidencia, ya que no tenia la certeza en ese entonces que el señor hablara a sus hjjos una palabra especifica como en los tiempos de los profetas del antiguo testamento. Asi que ore al señor diciendole que si el aun se comunicaba de esa forma que por favor me lo confirmara ya que no creia mucho en esas cosas y no confiaba en hombre y menos en esta epoca donde pululan los falsos profetas. Pasaron los dias hasta llegar al tercer y ultimo dia del joven en la iglesia, era un domingo y ya el culto iba a terminar asi que yo hice una oracion mentalmente y le dije al señor de nuevo : padre si fuiste tu quien me hablo y en realidad tu usas a personas para hablar todavia como en el tiempo del antiguo testamento le hablaste a tus profetas por favor confirmamelo. Mientras tanto el joven terminaba su oración de despedida y yo perdía toda sperannza de recibir una respuesta a amedida que pasaban los minutos. Así que decidi comenzar a organizar mis cosas, pero lo hacia con parsimonia, puse la biblia sobre mis rodillas disponiendome a tomar mi bolsa y salir. Sin embargo una vez más le dije señor: Sí ves, ya se termino el culto y nada,  por favor si fuiste tú quien me habló díle al joven que venga hasta aquí y me lo diga. Entonces de repente ví al chico acercarse ya que se encontraba en la parte de adelante. Comenzó a moverse hacia a mi a pasos agigantados. Me tomó de la mano , me levantó de la silla y me miró a los ojos fijamente diciendo: Tu me dijiste que si era yo quíen te hablaba le dijera a mi hijo que viniera hasta aqui y te lo dijera. Pues bien, Yo Soy quien te hablo. Lagrimas brotaron de mis ojos y el comenzó a orar por mi para que Dios sanara mi alma del dolor. Le pidio también a algunos hermanos que me abrazaran y me hicieran sentir de parte del Señor cuanto me amaba. Entonces yo me quedé pensando: Será que alguien puede leer tu mente y conocer tus pensamientos aparte del mismo Dios. No en efecto, por supuesto que no. Ni siquiera el mismo Satanás puede hacer eso. Ya no me queda ninguna duda al respecto. Y puedo decir sin titubeos que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre y que nunca cambia. !Aleluya.!…


Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.
(Samo 139:1-6)


Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
(Salmo 139:14)


GC

No hay comentarios:

Publicar un comentario