domingo, 29 de enero de 2012

1 Corintios 13, El Amor (Agape)

Introducción.

A. El Camino más excelente. En el capítulo anterior (1 Cor. 12) Pablo explica que la iglesia es el cuerpo de Cristo y dice que cada miembro del cuerpo es importante. La función de cada miembro es necesaria. En los v. 7-10 menciona nueve dones del Espíritu, pero parece (según lo que dice en el cap. 14) que el don de lenguas sobresalía en la estima de algunos miembros. Pero Pablo explica que como había apóstoles y profetas y maestros, también había una variedad de dones y funciones en la iglesia. Todo miembro era importante. Toda función era importante. No les convenía menospreciar a ningún miembro. No debe haber desavenencia en la iglesia, sino que todo miembro debe preocuparse por los demás miembros (v. 25-27). Concluye diciendo (v. 31), "Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente". Este camino es el amor.

B. La necesidad de esta enseñanza. La iglesia de Corinto necesitaba urgentemente la enseñanza de Pablo sobre el amor. El primer capítulo describe la división que existió. En el cap. 3 les llama "carnales" y dice que había entre ellos "celos, contiendas, y disensiones" (v. 1,3). El cap. 6 describe otros problemas que había entre ellos, y también el cap. 11 describe una conducta nada hermanable con respecto a su abuso de la cena del Señor (v. 21). Pero igualmente esta enseñanza se necesita en la iglesia de hoy. Por todo lado se oye de problemas, disgustos, escándalos y divisiones. Dentro de edificios que llevan el rótulo "Iglesia de Cristo" se llevan a cabo juntas que casi se convierten en lucha libre. Se predica mucho sobre la necesidad de respetar la autoridad de las Escrituras, y de seguir el patrón bíblico, pero los textos "Unos y Otros" escapan la noticia de muchos hermanos. El deporte predilecto de varios hermanos evangelistas es lanzar acusaciones para destruir a otros evangelistas y lo absurdo es que todos predican la misma doctrina.

viernes, 30 de diciembre de 2011

¿Quién dices que soy?

Con esta breve pregunta, Jesucristo confrontó a Sus seguidores con el tema más importante que jamás habían enfrentado. Él había pasado bastante tiempo con ellos y había hecho declaraciones impactantes de Su identidad y autoridad. Y tú…¿quién dices que es Jesús? Tu respuesta determinará no sólo tus valores y tu estilo de vida, sino también tu destino eterno. Considera lo que la Biblia dice acerca de Jesús.

JESÚS ES DIOS

Cuando Jesús estuvo en la tierra hubo mucha confusión acerca de Quién era Él. Algunos pensaron que era un hombre sabio o un gran profeta. Otros pensaron que estaba loco. Y otros permanecieron indecisos o indiferentes. Pero Jesús dijo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30). Eso quiere decir que Él decía ser nada menos que Dios en carne humana.

Hoy en día mucha gente no entiende el hecho de que Jesús declarara ser Dios. Estas personas son felices pensando que Él era poco más que un gran maestro moral. Pero aún Sus enemigos entendieron las declaraciones que Él hizo de Su deidad, por esta razón ellos trataron de apedrearlo hasta matarlo (Juan 5:18; 10:33) y eventualmente lo crucificaron (Juan 19:7).
Un escritor llamado C.S. Lewis escribió: “ Tú puedes tacharlo de necio, tú puedes escupirle y matarlo como a un demonio o tú puedes caer a Sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no salgamos con ideas absurdas de que Él fue un gran maestro. Él no nos ha dejado abierta esa posibilidad. Esa nunca fue Su intención” (Mere Christianity [Macmillan, 1952], pgs.40-41).
Si las declaraciones Bíblicas de Jesús son verdaderas, ¡Él es Dios!

martes, 13 de diciembre de 2011

Conociendo Al Verdadero Dios

La Vida Eterna

¿Conoce usted al Dios Verdadero? No el Dios de la imaginación de los hombres, sino el Dios quien se describe en la Biblia? ¿Lo conoce a El con un conocimiento íntimo de manera que lo ama y lo sirve? Esta es una pregunta muy importante. La Biblia nos enseña que la vida eterna es conocer a Dios y a su Hijo, Jesucristo. Jesús dice: Y esta es la vida eterna: que te conozcan a tí, el único Dios Verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado (Juan 17:3). Si ha de tener vida eterna y vivir con Dios para siempre en el cielo, debe conocer a Dios y a su Hijo Jesucristo. Por favor si se interesa en conocer al Verdadero Dios, considere cuidadosamente lo siguiente.


El Verdadero Dios

La Biblia enseña que Dios es muy grande y glorioso. Es el Dios Altísimo. Alto sobre todas las naciones es Jehová; sobre los cielos su gloria. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, El que mora en las alturas, y se humilla para mirar en el cielo y en la tierra? (Salmo 113:4-6). Dios es tan grande que nadie es como El. No hay ningún ser en todo el mundo que se pueda comparar a Dios. Dios es tres personas en un ser Divino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios es infinito, auto-suficiente, inmutable y soberano. Es todopoderoso, omniciente y omnipresente. El Dios del cielo y de la tierra es el Dios Santo y justo. Está lleno de amor, gracia y verdad. Es tan grande que Su gloria es sobre todas las naciones y aún sobre los cielos. Nosotros no somos nada en comparación con El. Como nada son todas las naciones delante de El; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es (Isaías 40:17).

Se puede observar la grandeza de Dios en las obras maravillosas que ejecuta. La Biblia enseña que Dios es el creador de todas las cosas. En Génesis 1:1 leemos: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. El Universo no vino a existir por algún proceso de evolución. Fue creado por Dios en seis días. Dios meramente habló Su palabra todopoderosa y el mundo vino a existir. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos por el aliento de Su boca… porque El dijo y fue hecho; El mandó y existió (Salmo 33:6,9). Dios es tan grande que creó el mundo de la nada. La Biblia nos enseña: Los cielos fueron compuestos por la Palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía (Hebreos 11: 3). Cada criatura, incluso usted, le debe su existencia a Dios.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Es correcto que una esposa trabaje fuera de su hogar? ¿Cuáles deben ser sus prioridades?

Esta pregunta no se puede contestar con un simple sí o no. Solo se puede dar un claro entendimiento de las prioridades de Dios para la mujer. Una prioridad fundamental para cada mujer cristiana es de vivir sensiblemente.

A su nivel más básico, una mujer sensible es una quien entiende las prioridades de Dios para su vida y vive una vida auto-controlada y ordenada consistente con esas prioridades.

 ¿Cuáles son las prioridades de Dios para la mujer? Siete prioridades de una esposa piadosa se encuentran en Tito 2:3-5 donde Pablo exhorta a las mujeres mayores a enseñar “a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”. 

El fallar a vivir de acuerdo con estas siete prioridades, causará que la Palabra de Dios no sea honrada. Por otro lado, la esposa quien ordena su vida de acuerdo a estas prioridades honrará la Palabra de Dios.

Siete prioridades de una esposa piadosa
Primeramente, las esposas deben amar a sus esposos. Este mandamiento es simple e indiscutible. No hay condiciones o excepciones. No es solamente una virtud que amen a sus esposos, pero pecan si no los aman. Pablo no se está refiriendo al amor romántico o sexual, aunque eso tiene un lugar muy importante y apropiado en el matrimonio. Él está hablando de un amor comprometido que las esposas piadosas escogen tener para con sus esposos, así como esposos piadosos escogen tener para con sus esposas (Efesios 5:25, 28). El término se refiere a un amor dispuesto y determinado que no se basa en el mérito del esposo, y en cambio se basa en el mandamiento de Dios y eso se extiende con el corazón cariñoso y obediente de una esposa. Aun los esposos no aptos para el amor, insensibles, infieles y egoístas deben ser amados. Esta clase de amor entre esposos y esposas incluye devoción incondicional, y es una amistad que es fuerte y profunda. Y cuando una esposa verdaderamente no ama a su esposo, ella debe en obediencia al Señor entrenarse a amarlo.
 

viernes, 30 de septiembre de 2011

Usted Y Su Desierto

Hoy Dios nos pregunta a usted y a mí: “¿Que tienes en tu mano? ¿Que has aprendido estando fuera del campo de juego? ¿Paciencia? ¿Fe? ¿La capacidad de amar a quienes son difíciles de amar? ¿A confiar en Dios en la adversidad? ¿La vergüenza te ha llenado de amargura, o te ha quebrantado?” David, quen pasó gran parte del tiempo recuperandose del fracaso, afirmó: Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no lo despreciarás tú, oh Dios (Sal.51:17).

Todos debemos morir a lo que es agradable y atractivo; al camino fácil para que tengamos valor de escoger el camino peligroso. F.B. Meyer escrbió que debemos:

Morir para dar fruto: ser mutilados para entrar a la vida, dejar a anuestro Isaac en altar para llegar a ser el Líder de los fieles; apartarnos del huerto iluminado por el sol, para escoger el camino más oscuro y pedregoso; renunciar sin reproche a lo que otros sostienen por causa de un alto propósito que forzado su camino dentro del alma; escoger Getsemaní, el Calvario y la tumba en comunión con el Hombre de las penas; estar dispuesto a renunciar a los amigos, la riqueza, la reputación y el éxito, y encontrarnos cual marinero náufrago en una playa solitaria, porque hemos descubierto alguna visión que nos atrae (Moisés, Grand Rapids: Zondervan, 23).

Cuando un pastor cayó en el pecado de inmoralidad, y se supo, su reputación quedó arruinada y aparentemente su carrera acabada. Encontró trabajo en una bodega, una ocupación para la cual estaba, por no decir más, sobrecalificado. Apenas unos pocos amigos cristianos lo acompañaron durante la experiencia. Nadie se arriesgaba a recomendarlo a en otra iglesia, aunque él se había arrepentido.

Talentoso, educado, y calificado para el ministerio, ahora era un donnadie, rechazado y desconocido. Pudo haberse resentido; sin embargo, comenzó a servir a Dios desde donde se encontraba, y empezó a asistir a una iglesia, primero como visitante, luego como miembro, y despues de un tiempo como maestro de escuela dominical. Era fiel en lo que hacía y pasaba mucho tiempo en silencio ante Dios.

viernes, 12 de agosto de 2011

¿POR QUÉ PERMITE DIOS LA GUERRA?

De donde vienen las guerras y los pleitos entrevosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cualescombaten en vuestros miembros? (Santiago 4: 1)


Punto de vista bíblico de guerra

Debemos considerar primero lo que podriamos llamarel punto de vista bíblico de la guerra. La guerra en sí no es pecado, sino consecuencia del mismo, o podríamosdecir que la guerra es una de las expresionesdel pecado. En verdad, desde el punto de vista de una teodicea tal distinción no tiene mucho peso, pues elargumento no se altera. La Biblia busca la causa original de la guerra. Es verdad que no ignora totalmentelos distintos factores políticos, sociales, económicos y psicológicos que tanto se propugnan. De acuerdo a suenseñanza estas cosas no son más que las causas inmediatas,los agentes que se emplean. La cosa en sí esmucho más profunda. Como nos recuerda Santiago, lacausa primordial de la guerra es codicia y deseo desmedido,esa falta de contentamiento que es parte denosotros como resultado del pecado, ese ansia por aquelloque es ilicito y por lo que no podemos obtener. Sedemuestra en muchas maneras, tanto en la vida personale individual como en la de las naciones. Es la causabásica de robo, hurto, celos, envidias, orgullo, odio,infidelidad y divorcio. Del mismo modo lleva a peleas y contiendas personales y también a guerras entre naciones.La Biblia no aisla la guerra como algo separado,singular, y totalmente aparte como tendemos a hacernosotros en nuestra mente. Es sólo una de las manifestaciones del pecado, una de sus consecuencias. En mayor escala quizá, y en forma más terrible, pero en esencia, precisamente lo mismo que todos los otros efectos y consecuencias del pecado. Alguien puede argumentarque debe haber una diferencia esencial por las vidas que se pierden en una guerra. La respuesta es que, si bien la Biblia considera a la vida como sagrada,y nos prohibe quitarla para satisfacer un espíritu decodicia o de venganza, al mismo tiempo enseña que,de parte de Dios, el alma es infinitamente más importanteque la vida del cuerpo.Dios no se interesa de que nuestras vidas sean perpetuadasy prolongadas aquí en la tierra por cierta cantidad adicional de años sino de que entremos en una correcta relación con El y vivamos vidas que glorifiquen su santo nombre.

domingo, 3 de julio de 2011

Las Cuerdas de Amor

"Desde lejos el Señor se le apareció, diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia." -- Jeremías 31: 3.



Por el contexto sabemos que este pasaje se refiere primordialmente al antiguo pueblo de Dios, es decir, a los descendientes naturales de Abraham. Él los eligió desde tiempos antiguos, y los separó de las otras naciones del mundo. Su elección llena un largo capítulo de la historia, y brilla en la profecía con un lustre resplandeciente. Hay un intervalo durante el cual ellos han experimentado extrañas vicisitudes, han recibido pesados castigos, y han adquirido una mala reputación por la perversidad de su mente y por la obstinación de su corazón.

Sin embargo, una gloria futura los espera cuando ellos se volverán nuevamente al Señor su Dios, serán restaurados a su tierra, y reconocerán a Jesús de Nazaret como el Rey de los Judíos, el Rey ungido de ellos. Sin cambiar ni una jota ni una tilde del significado literal de estas palabras según fueron dichas por el profeta Jeremías al pueblo hebreo, las podemos aceptar como un oráculo de Dios referido a toda la iglesia que forma Su familia redimida, y aplicable a cada miembro individual de esa sagrada comunidad.

Por lo tanto, cada cristiano cuya fe pueda captar el testimonio, puede apropiarse del texto. De la misma manera que muchos creyentes lo han hecho, así cada creyente puede oír la voz del Espíritu Santo que le dice al oído estas palabras: "Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia." Hay dos cosas sobre las que nos proponemos hablar brevemente esta noche: la dádiva indecible, "Con amor eterno te he amado" ; y la evidencia inconfundible: "por eso te he atraído con misericordia."

¡Cuán grande y preciosa es esta afirmación! Es una bendición que no tiene precio, ser abrazados por el amor, por el amor eterno de Dios! Nuestro Dios es un Dios de infinita benevolencia. Él muestra su buena voluntad hacia todas sus criaturas. Sus tiernas misericordias se extienden sobre todas sus obras. Él desea el bien de toda la humanidad. ¡Con cuánta fuerza y con cuánto sentimiento Él afirma esto! "Vivo yo, dice el Señor Dios, no quiero la muerte del impío, sino que el impío se convierta de su camino y viva." Y cualquier hombre que, arrepentido de sus pecados pasados, se vuelva a Jesús, el Salvador de los pecadores, encontrará en Él perdón por su pasado y gracia para el futuro.